Era el plan, una vez que comenzara el proyecto de Gimnasia y Esgrima y su Centenario, el equipo de primera debía comenzar el torneo Argentino A con un triunfo.
Y así lo hizo. Y festejó por dos motivos: el primero, porque después de mucho tiempo arrancó con una victoria y por ende, al sumar de a tres, lidera su zona desde la primera fecha. Y segundo, volvió a aprobar una materia ya rendida: como lo hizo en su último enfrentamiento con Juventud Unida de San Luis, Gimnasia venció a los de Quiroga aunque esta vez sin jugar tan bien.
El elenco puntano es un rival de larga trayectoria en la categoría, un duro para doblegar y un rival que a esta altura le otorga jerarquía de clásico cuyano a los enfrentamientos con el Lobo.
Sin embargo, el condimento que significa todo eso no estuvo porque la Juve pecó de mezquino, al igual que el anfitrión, porque ambos no desplegaron su máximo de rendimiento. Ninguno de los dos conjuntos jugaron arriesgando y armando el juego de mitad de cancha hacia adelante.
Se desempeñaron con demasiadas precauciones de ... quién sabe qué, porque ambos conjuntos titubearon frente al arco, lo que terminó transformando el partido en un trámite con escasas situaciones ofensivas.
Gimnasia no aplicó lo practicado en los amistosos. No aparecieron los hombres explosivos, ni las variantes en el nacimiento del juego en ataque. La claridad en el manejo del balón fue la gran ausente de la tarde y los delanteros debieron a veces bajar para recuperar la pelota y atinar a hacer algo. Se dio un partido tibio y llevó a pensar en la lógica de que el primero que se equivocara, se arrepentiría luego.
Y jugaron más condicionados aun bajo la justicia del árbitro Ariel Montero, quien abusó de su función y coartó muchas de las jugadas del local. Como aquella a los 15 minutos cuando Ceballos le sacó limpiamente la pelota a Lucero, ante la atenta mirada del línea Gonzalo Moreno. Pero el tucumano cobró una falta y mostró la tarjeta amarilla al defensor del Lobo.
Después de esto Ceballos jugó limitado, a la mitad de su aptitud, al igual que sus compañeros. De todas maneras, Gimnasia no contó con un rival aguerrido y Godoy tuvo tres acciones no muy forzadas.
Llegar al descanso con un 0 a 0 parcial obligaba a pensar que nada cambiaría y que Juventud Unida se llevaría de arriba el punto del empate, porque saliendo con un sistema más defensivo aseguraba la cosecha.
Sin embargo, en el complemento Gimnasia salió con una actitud fortalecida y renovando algunas fichas. Con el ingreso de Ortiz y Salinas, el Lobo aplicó variantes y contó con un mayor desequilibrio por los andariveles. Este equipo se asimilaba al que Orellano hizo mover en la pretemporada, en cuanto a las ganas de ganar. Y así fue que, ante un Juventud que se descuidó (erró y el local lo aprovechó), llegó el gol de la victoria sobre el final.
El recién ingresado, José Ortiz, habilitó a Silvio Prieto, quien en el área le dio de volea directo al segundo palo para clavarla en el fondo de la red, sorprender al arquero Juan Mulieri y después salir festejando el gol que al fin hizo ilusionar al pueblo blanquinegro, que con este triunfo comienza a soñar con el campeonato.
Seguramente que de este primer partido oficial el técnico comenzará a pulir defectos. Por ahora el Lobo festeja mientras la visita, otra vez, se fue cabizbajo del Víctor Legrotaglie.
Orellano: “Estos jugadores tienen una actitud bárbara”
El DT resaltó la victoria por sobre la actuación y avizoró que “el buen juego va a volver”.
El DT resaltó la victoria por sobre la actuación y avizoró que “el buen juego va a volver”.
La tranquilidad que dejó el agónico gol de Silvio Prieto en el cuerpo técnico, jugadores y dirigentes del Lobo, podía vislumbrarse a simple vista.
Es que sin jugar para nada bien, la cosecha fue altamente positiva: tres puntos. Y a esto se aferró el técnico, Gustavo Orellano, para dar sus impresiones del choque ante la Juve puntana: “me voy contento de que rompimos el hielo ante la gente con una victoria”.
Inmediatamente después, el DT admitió que su equipo jugó mal y tiró “el buen juego va a aparecer. Ya estamos jugando con los equipos que tenemos que jugar y esto recién arranca. Yo creo que estamos por el buen camino”.
Sobre la temprana salida de Guillermo Álvarez (lo cambió por Ortiz a los 15 minutos del complemento), Orellano explicó que “no lo veía bien” al centrodelantero y que optó por “poner dos ligeritos más por afuera”. Y aclaró “acá puede salir Álvarez como puede salir cualquiera. Hay un grupo bárbaro de jugadores, por eso Álvarez salió y saludó a sus compañeros”.
El juego vistoso, con la pelota al ras del piso, es el que busca y pregona el Loco, pero el estado del campo de juego de la cancha de Gimnasia era pésimo y eso atentó contra el espectáculo y casi lo hizo también contra las pretensiones del Lobo.
Pero Orellano buscó minimizar esto: “el campo estaba malo para los dos y nosotros lo sabíamos, pese a eso, tratamos mejor la pelota que ellos”. Y el entrenador concluyó diciendo “estoy ilusionado de traerme un buen resultado de Salta. Este grupo tiene una actitud bárbara”.
Fuente:http://www.losandes.com.ar
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